Creación de personajes en la novela romántica
En este artículo no voy a hablar sobre los distintos métodos para planificar la creación de los personajes. Cada autor usa el que más le gusta. Hacer fichas personales, usar musos... Todo sirve.
Otorga identidad propia a tus personajes.
Si eres lector de romance, apuesto a que has leído más de un libro en el que el protagonista masculino es un mafioso sin escrúpulos y de gatillo fácil que tiene que superar los traumas de su pasado. ¿Quieres que tus personajes sean más de lo mismo? Si no es así, busca la manera de darles un enfoque distinto. Sé que puede parecer difícil. Ya todo está contado, pero te aseguro que es posible.
¿Seguir los clichés ya establecidos es malo? No, en absoluto. Yo amo los clichés, pero intento llevarlos a mi terreno. Por ejemplo: ¿Y si el mafioso malvado se marea al ver su propia sangre? ¿Y si en realidad no es capaz de impresionar a la protagonista con toda esa oscuridad porque ella es incluso peor que él?
Busca algo que lo distinga del resto y le darás identidad propia.
Otro error que solemos cometer en el proceso de creación de personajes es transformarlos en veletas.
Deja que la coherencia y la lógica te guíen. Una persona no cambia su forma de ser y actuar de la noche a la mañana, ni de un momento a otro, por lo tanto, no dejes que tus personajes lo hagan. Dale unos rasgos identificativos a cada personaje y sé consecuente con ellos. Si la chica es una sumisa virginal, no pretendas convertirla en una loba en cuanto él le ponga las manos encima. Se trata de coherencia. Los cambios tienen que desarrollarse gradualmente y lo más importante, tiene que haber un motivo para que ocurran.
Entiendo que como autor@s estamos deseando llegar al meollo de la historia, que los protagonistas muestren sus otras caras y encajen el uno con el otro. No obstante, debemos armarnos de paciencia e ir paso a paso. No queremos arruinar todo el esfuerzo hecho hasta el momento por precipitarnos. Los cambios bruscos no son coherentes. El personaje debe cambiar por alguna razón o motivo de peso y el cambio debe ser gradual.
Lo que más enriquece un personaje es hacer al lector testigo de su desarrollo.
Pasando al tema físico, evita dar demasiados detalles sobre el aspecto de los personajes. Es cierto que muchos lectores quieren saber si son rubios, morenos, altos o bajos, pero la mayoría de ellos van a imaginárselos como les dé la gana. Y si eres tan despistad@ como yo, apunta cada detalle para no terminar cambiándoles el color de ojos, pelo, etc...
Espero que estos pequeños consejos te sirvan para crear unos personajes fantásticos
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